Los vinos Tempranillo son los más consumidos en nuestro país, pero mucha gente no sabe qué significa o a qué nos referimos con la denominación Tempranillo. Si no sabes lo que es un vino Tempranillo o quieres conocer más acerca de ellos quédate para descubrirlo.
Hoy te vamos a contar qué es el vino Tempranillo, sus propiedades y características.
¿Qué es el vino Tempranillo?
El vino Tempranillo es el vino que se elabora utilizando esta variedad como principal. Según la Unión Europea, son vinos Tempranillo todos aquellos que en su elaboración cuentan con al menos un 85% de esta variedad. Esta variedad surge de la combinación de otras variedades, el Albillo mayor, originaria de La Rioja y la Benedicto, procedente de Aragón. La denominación del Tempranillo nace de su corto ciclo de maduración con respecto al resto de variedades, su maduración comienza en primavera y finaliza al comienzo del otoño.
El Tempranillo es la uva tinta con mayor importancia para los agricultores españoles, además es la que más volumen de cultivo tiene y está aceptada en todas las Denominaciones de Origen del país.
Tiene diferentes nombres en función de la región en la que sea cultivada, se le conoce como Tinta del país, Cencibel, Tinta de toro o Ull de Llebre (en catalán). Esta variedad es de suma importancia en la variedad Rioja, donde representa el 87,7% de los cultivos y adquiere una gran importancia en la personalidad de los vinos de Rioja.
Esta variedad también se cultiva en otros países como EEUU, México, Australia o Portugal, en este último tiene un papel esencial para la elaboración de los vinos de las Denominaciones de Origen Douro, Oporto y Alentejo.
Propiedades de la variedad Tempranillo
El carácter de los vinos Tempranillo viene marcado por las uvas de las que está elaborado, por ello vamos a ver cuáles son las propiedades de dicha variedad.
Las uvas de la variedad Tempranillo son muy versátiles y pueden cultivarse en diferentes suelos y climas, pero dependiendo de estos y de los procesos de elaboración de cada bodega puede condicionar en gran medida la calidad final del vino. Las condiciones óptimas para el cultivo del Tempranillo son la combinación de largas horas de sol durante el día y bajas temperaturas por la noche. Estas condiciones se producen con mayor frecuencia en las regiones donde los vinos Tempranillo tienen una mayor importancia: Ribera del Duero y Rioja.
Esta variedad es bastante sensible al exceso de agua y en condiciones de humedad sufre ante el ataque de ciertos hongos sobre todo los prolíficos. El Tempranillo, característico por su fruto perfectamente redondo, de piel gruesa y con un intenso color negro violáceo, se ve beneficiado cuando las lluvias son moderadas, especialmente cuando se acerca el momento de la vendimia. En este caso las uvas adquieren un perfecto equilibrio entre acidez y azúcares, convirtiéndose en una materia prima perfecta para elaborar vinos Tempranillo de la más alta calidad.
Características del vino Tempranillo
La variedad Tempranillo destaca por su equilibrio. Mantiene un perfecto equilibrio entre sus niveles de acidez y azúcares. Gracias a esto se debe gran parte de su éxito y el gran uso entre los viticultores de nuestro país, estas cualidades hacen que el Tempranillo sea una variedad muy versátil para combinarla junto a otras variedades para la elaboración de los vinos.
Los vinos Tempranillo requieren de unos grandes cuidados, tanto a la hora de cultivar la vid como en los procesos de producción, solo así se obtienen unos vinos de alta calidad con gran personalidad. Estos vinos destacan por su intenso color, brillantes con tonos malvas, violáceos y azulados en los vinos jóvenes. Y a medida que los vinos tienen más crianza, los colores tienden hacia naranjas profundos, granates y rojos.
Estos vinos son perfectos para largos envejecimientos, a pesar de que generalmente los asociamos con vinos jóvenes, ya que evolucionan perfectamente durante la crianza en barricas de roble.
Los aromas de los vinos Tempranillo destacan por notas frutales y florales, especialmente cuando son vinos jóvenes. Generalmente se aprecian matices de fresa, ciruela, cereza o de otros frutos del bosque o frutos rojos. También pueden traernos recuerdos a lácteos, yogur, violetas, hierbas aromáticas o caramelo.
En los vinos Tempranillo con más crianza, sigue destacando el carácter afrutado, pero aparecen otros aromas como el clavo, vainilla, cuero o tabaco. En otros casos se pueden reconocer también notas de café, chocolate, cacao o coco. Pero estos aromas siempre aparecen de forma equilibrada, de manera ordenada y sin estridencias.
En boca, son vinos elegantes, caracterizados por un perfecto equilibrio entre sus niveles de acidez, azúcares y alcohol. Los buenos Tempranillos son vinos bien estructurados, con un cuerpo medio y fáciles de beber, mostrando unos taninos suaves y afinados gracias a su paso por barrica.
Por último, la variedad Tempranillo se emplea mayoritariamente en vinos tintos, aunque cada vez es más frecuente encontrar vinos blancos que incorporan esta variedad en su elaboración. Desde 1988, en La Rioja, gracias a una mutación natural del Tempranillo tinto apareció el Tempranillo blanco, una variedad que ahora es utilizada para la realización de vinos blancos monovarietales. Estos, al igual que los tintos, destacan por su carácter floral y afrutado, están bien equilibrados y mantienen una buena estructura, son frescos y fáciles de beber con unos taninos bien redondeados. En ocasiones realizan la crianza en barricas de roble, aprovechando los buenos matices que aportan a los vinos de la variedad Tempranillo.
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