El vino se elabora para disfrutarlo y descubrir nuevas experiencias cada vez que probemos uno. Para ello, tener un espacio donde poder disfrutar del vino es un aliciente que mejora nuestra experiencia, no solamente cuando lo consumimos, sino desde el momento previo a la elección de cada botella y su guarda, durante todo este periodo somos conscientes de como el vino evoluciona con el paso del tiempo.
Para que los vinos evolucionen correctamente, el sitio ideal es la bodega, un espacio con vital importancia para los vinos de guarda (los crianza, los reserva y los gran reserva), debido a que el ambiente de este lugar ayuda a los vinos a desarrollar todo su potencial de sabor, su complejidad aromática y la elegancia de sus colores. Por ello puede que un buen amante del vino se anime a hacer una bodega en casa. Este lugar estará destinado a el cuidado de nuestros vinos, y creará un ambiente perfecto en el que los vinos logren unas condiciones óptimas para su consumo.
Si te estas planteando hacer realidad este sueño de cualquier amante del vino, estas de suerte, hoy te vamos a dar consejos y recomendaciones para que puedas tener tu propia bodega en casa.
Ventajas de hacer una bodega en casa
Antes de los consejos para realizar una bodega en nuestra casa, es necesario saber cuáles son las ventajas de tenerla, ya que disponer de una bodega en casa, sea cual sea el tipo y el tamaño, será fundamental para poder guardar y mantener los vinos correctamente.
- En primer lugar, la mayor ventaja que nos permite tener una bodega en casa es poder mantener de manera adecuada todos nuestros vinos, y así, cuando los consumamos estarán en su mejor forma.
- En segundo lugar, disponer de una bodega es la forma más cómoda y acertada para disfrutar siempre que queramos de nuestros vinos favoritos. Ya no será necesario ir a la tienda o realizar un pedido cada vez que deseemos tomar un vino, simplemente valdrá con acudir a nuestra pequeña bodega.
- Por último, también tendremos ventajas económicas al contar con una bodega en casa. En especial cuando compremos vinos de guarda de calidad para almacenarlos durante años, ya que al salir al mercado lo hacen con precios más económicos, y su precio va aumentando a medida que se acerca el momento óptimo para su consumo. Además, podremos comprar el vino por cajas o en cantidades mayores, ya que contaremos con un lugar perfecto para el almacenamiento de las botellas, así podremos acceder a unos precios por botella menores y a diferentes ofertas por realizar compras por volumen. En ocasiones, si hemos tenido que realizar una obra para reacondicionar algún espacio de la casa, puede que se incremente el valor del inmueble.
¿Cómo hacer una bodega en casa? Consejos y recomendaciones.
Si ya has decidido realizar tu propia bodega en casa, sigue estos consejos y recomendaciones para asegurar una buena conservación de los vinos.
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Seleccionar el lugar más adecuado de la casa para la bodega
Para que la bodega se encuentre en un ambiente ideal para la conservación de los vinos es necesario temperaturas frescas, ligera humedad y oscuridad. Las características que debe tener nuestra bodega son las mismas que tienen las antiguas bodegas de pueblos excavadas bajo el suelo de las casas o en las laderas de los montes. Si el hacer una bodega subterránea se sale de nuestro alcance, lo mejor es elegir el lugar más fresco de la casa, evitando siempre espacios que tengan demasiada luz y que esté lo más aislado posible del resto de habitaciones de la casa. Por ejemplo, el garaje o el sótano e incluso una despensa interior pueden ser unos lugares adecuados para ubicar nuestra bodega. En caso de que no dispongamos de ningún espacio en el que poder hacer nuestra bodega, nos queda la opción de instalar una cava doméstica.
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Controlar la temperatura
Uno de los factores más importantes para la correcta conservación de los vinos es la temperatura. Lo mejor será que la temperatura sea fresca y constante, evitando grandes cambios de temperatura y electrodomésticos que sean una fuente de calor.
La temperatura ideal está entre los 12 ºC y 15ºC, así se reduce el ritmo al que se producen reacciones bioquímicas dentro de las botellas de vino. De este modo lograremos que el vino realice una maduración lenta y sus características organolépticas evolucionen correctamente. En ningún caso la temperatura de la bodega debe superar los 20 ºC. Para controlar la temperatura de nuestra bodega en todo momento, nos ayudará colocar un termómetro dentro de ella.
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Vigilar la humedad ambiental en la bodega
Además de la temperatura, la humedad es otra de las variables más importantes para la buena conservación de nuestros vinos. El exceso de humedad puede hacer que aparezcan hongos en los corchos, en cambio, un ambiente excesivamente seco ocasiona porosidad en los tampones, lo que conlleva la aparición de gritas y filtraciones de vino o de oxígeno. La humedad ambiental ideal se encuentra entre el 70% y el 80%. Para poder vigilar la humedad de nuestra bodega podemos ayudarnos de un higrómetro, y en caso de ser necesario regular la humedad, deberíamos utilizar humidificadores específicos para bodegas.
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Preservar las botellas de la luz
Otro de los factores que puede afectar a nuestros vinos es la influencia de la luz. Gran parte de los componentes que otorgan las características organolépticas de los buenos vinos son compuestos proteicos fotosensibles. Estos compuestos se ven afectados por la incidencia de la luz directa (en mayor parte por la radiación ultravioleta) y pueden modificar de manera negativa el aroma, color y sabor de los vinos o directamente pueden derivar en problemas como la enfermedad de la luz en el vino. Si nuestra bodega se encuentra en un espacio oscuro y sin entrada de luz natural podremos evitar este tipo de problemas. Dentro de la bodega utilizaremos luz artificial, y siempre que se pueda usaremos bombillas tenues y de color amarillo, evitando así luces fluorescentes con la intención de evitar la incidencia de rayos UV. Una opción económica y sencilla es usar bombillas amarillas para serigrafía con bloqueo de rayos UV.
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Evitar ruidos y vibraciones
Otro de los problemas que pueden perjudicar la buena conservación de nuestros vinos son las vibraciones. Por tanto, debemos aislar nuestra bodega de todas las posibles vibraciones, incluidos los ruidos fuertes y constantes, como los que pueden ser producidos por algunos electrodomésticos.
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Proporcionar buena ventilación a nuestra bodega y aislarla de fuentes de olores fuertes
También debemos evitar los fuertes olores dentro de la bodega, ya que estos pueden filtrarse a través de los poros del corcho dentro de la botella modificado los aromas del vino. De este modo, buscaremos evitar ubicar nuestra bodega cerca de disolventes, pinturas, productos de limpieza, etc. Tampoco debemos guardar en nuestra bodega alimentos muy aromáticos, como embutidos o quesos fuertes.
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Colocar y clasificar correctamente nuestras botellas de vino
Por último, la correcta colocación de nuestros vinos dentro de la bodega es muy importante para su buena evolución. Guardaremos siempre los vinos crianza en posición horizontal para favorecer la hidratación de los corchos. Además, el uso de estantes y muebles específicos para botellas hará que sean más accesibles y más rápidas de localizar. Lo ideal para clasificar nuestros vinos es hacer a modo de inventario un libro de bodega, para poder anotar las referencias de vinos que tenemos en nuestra bodega. De este modo, registraremos la fecha de entrada de cada vino y podremos estimar la fecha ideal para su consumo. También tenemos la opción de clasificar nuestras botellas en función de su Denominación de Origen, el tipo de elaboración, crianza, etc.
Como ya hemos visto, no es necesario una gran obra ni una inversión muy elevada para disponer de una bodega en casa. Solo nos hará falta tener algo de imaginación para aprovechar y acondicionar algún espacio que tengamos disponible en casa.
Y tú, ¿estás preparado para montar tu propia bodega en casa?